sábado, 25 de enero de 2014

Amores Imaginarios

¿Qué determina un amor verdadero de uno falso?¿Un indicio, una indirecta de cariño a un descuido bienintencionado con catastróficos resultados?
Nunca he sabido que determina nada por el estilo. Nunca me percato si un chico gusta de mi a menos que lo haga lo más obvio posible y aún así dudo ¿Estará jugando conmigo?¿Me estaré imaginando cosas? Llámenme insegura, pero no por mucho rato.
O lo peor, un acto sutil, con un significado trivial se puede convertir en néctar para mi orgullo y para mi ego, que me hacen creer que indiscutiblemente siente un atractivo hacía mi persona ¿Soy egocéntrica? Si, lo soy ¿De qué sirve negarlo?
No puedo mentir, me encanta que me encuentren atractiva. Carezco de belleza y los cumplidos acerca de ella me parecen falsos pero no hay que diferenciar el poder del encanto de la belleza. En realidad, tampoco soy encantadora pero me gusta que se fijen en mi¿A qué mujer no le gusta eso? A pesar que luego me queje o decida apartarlos de mi camino, me halaga el hecho de que me hayan destacado sobre otras jóvenes de mayor belleza y carisma.
No piensen que carezco de la inteligencia para dedicarme a sus halagos y a recibirlos, pues ellos me importan muy poco. Un poco de azúcar no endulza toda una tetera pero aún así altera el sabor ligeramente. No me visto ni me arreglo para ellos y siempre llevo con honor mi armadura femenina de la indiferencia y mi mejor daga: mi lengua. Se dice que el atributo mejor de la mujer es utilizarla, casi ningún hombre esta a la altura de una mujer cuando de la palabra se trata.
Pero vivir en este siglo, con estas relaciones tan complicadas y alborotadas, es una situación de lo más complicada. Precisamente ando falta de elegancia así que debe ser un poco hipocrita que pida lo mismo de los jóvenes que me rodean pero si mis estandares fueran altos, definitivamente no me veo con la capacidad de conseguir ni siquiera al más tonto de los pretendientes.
No me malinterpreten nuevamente, no me interesa el dinero y poco la belleza exterior, pero los valores y el modo de pensar son algo que considero de verdadera importancia. Soy una romántica y he mantenido los estandares bajos por considerar mis reales estandares muy altos, casi en una fantasía. Deseo a Mr.Darcy y salgo con el borracho del pueblo, a pesar de que podría estar mejor pero me niego a creer que Darcy se fijaría en mi o cualquier otro de mi misma cuna. Lamento la triste metafora pero es una realidad, la fantasía del romance ha estropeado las verdaderas expectativas del mundo real.
¿Cuántas veces he de repetirme que Darcy no existe? Debería dejar de pensar en la perfección de un hombre que tanta emoción trajo a mi vida junto a Elizabeth Bennet y darme cuenta que yo no soy como ella sino más como Lydia o Marianne. Debo recordar que Austen murió en soledad, a pesar de crear el romance verdadero en sus libros.

He de dejar de imaginar romance en cada rincón, que muchas acciones no significan nada y que me encuentro en un mundo donde lo casual es más importante que el romance. Siempre mezcle mucho las cosas, a veces vivo en el momento y a veces el tiempo es todo lo que me importa. Tal vez todo sería más sencillo si no me contradijera todo el tiempo, si pudiera definirme en un solo lado de la calle.
Pero no puedo, esa no soy quien soy.Seguiré imaginando amores donde no los haya y desestimando a quienes me aprecian de veras, supongo que solo soy un poco confusa y tonta.
                                                         Charlotte.


Es quien soy básicamente en realidad.

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